CLAVES PARA EL CORRECTO MANTENIMIENTO DE RESPIRADORES

Los Equipos de Protección Personal (EPP) buscan disminuir los riesgos existentes en el ambiente laboral, siendo los respiradores, filtros y cartuchos los encargados de proteger a los trabajadores contra las partículas en suspensión y agentes químicos contaminantes. Así, su correcto uso y mantención eficaz permitirán disminuir de modo considerable la inhalación de polvo u otros agentes de riesgo, como la sílice cristalina.

Es por esto, que la “Guía para la Selección y Control de Protección Respiratoria” del Instituto de Salud Pública señala detalladamente cuáles son las etapas de mantenimiento que se deben seguir en cuanto a los Respiradores, con tal de asegurar que cada trabajador utilice su equipo limpio y en buenas condiciones de operación.
Los pasos a seguir son los siguientes:



1. Inspección de daños

Se deben examinar todos los equipos periódicamente antes y después de cada uso. Si éstos no son utilizados regularmente deben ser revisados al menos una vez por mes.

Todos los equipos deben ser limpiados con la frecuencia necesaria, determinada por cada empresa, dependiendo del tiempo de uso, características de la actividad realizada por el trabajador y la concentración y naturaleza de los contaminantes en el ambiente, entre otros factores. De este modo, se asegura que el equipo mantenga sus propiedades originales.

La desinfección puede ser realizada sumergiendo la máscara y sus partes (no los filtros o cartuchos) en una solución acuosa de hipoclorito de sodio (cloro doméstico). La proporción de cada uno de ellos es 30 ml de hipoclorito de sodio (aproximadamente dos cucharadas) en 3,5 litros de agua. Al igual que en el caso de la limpieza, la temperatura del agua deberá ser a lo más 40 °C. En todo caso, la desinfección deberá seguir siempre las instrucciones del fabricante o proveedor

La sustitución deberá ser realizada con repuestos originales y por personas capacitadas, además de tener claro las partes que pueden ser cambiadas y las que no. (*) Resulta importante considerar que tanto los respiradores deben pertenecer siempre a la misma marca, no pudiendo usarse respiradores de una marca y filtros/cartuchos de otra, o viceversa.

Los equipos deben ser almacenados de tal manera que no estén expuestos a ningún agente químico (aerosol, gas o vapor), especialmente aquel contra el cual se desea proteger al trabajador. Es fundamental considerar condiciones que protejan los equipos de la radiación solar, el calor, el frío extremo y la humedad excesiva.

Seguir estos pasos, y saber cómo mantener en buenas condiciones los respiradores, es vital para proteger a los trabajadores de enfermedades laborales, como la silicosis.